Pensar que hace unos años, el ciudadano de la capital desdeñaba y despreciaba al provinciano. Las palabras como: pobre serranito; no entiende, es provinciano; ese cholito y tantas otras frases intentaron definir al ciudadano nacido en las diferentes regiones fuera de “la gran Lima”, ahora la "nueva Lima" es la "Lima Provinciana"; con la migración del campo a la ciudad que se dió durante la década de los 60s y 80s, bajo el gobierno de Vlelasco Alvarado y su Reforma Agraria y bajo la amenaza y el terror que propiciaban las organizaciones terroristas "Sendero Luminoso" (SL) y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, en las serranías de nuestro país.
Ahora ha surgido un ciudadano, parte de una nueva generación, que se siente orgulloso, se identifica con su cultura, con su región y vive dentro de un mundo globalizado, compartiendo lo último en ciencia, tecnología y todo nuevo conocimiento.
Podemos afirmar: “Ha surgido un nuevo tipo de hombre”, que emerge desde las provincias, es el “cholo insolente”; aquel ciudadano que no se siente más ni menos que su conciudadano; pero se reconoce como heredero de una cultura regional, con características propias que lo diferencian de los demás, pero que se siente parte de un país, nuestro Perú.
Ser cholo no significa provenir de una región, ser de una raza determinada, o tener poco dinero; ser cholo es un concepto cultural, es la combinación de varias culturas que tienen su origen en nuestro territorio que ha mutado con el tiempo, se ha transformado, ha eliminado matices, ha agregado otros tantos.
Repito!!! ha nacido un nuevo peruano, el cholo, el culturalmente diferente a todos los otros habitantes de países de todos los continentes. Hay quienes dirán que feo suena eso de “cholo” pero ese término que en un primer momento fue señal de desden y desprecio; hoy es sinónimo de orgullo y afirmación.
Y quien es el cholo insolente?. Es todo peruano que asumiéndose cholo, está dispuesto a converger con el otro y ser parte de una nueva élite que dirija y ejerza el poder en beneficio de las grandes mayorías.
Cada día vemos cholos insolentes, al empresario de gamarra, que mejora su producto para competir con RIPLEY o SAGA. Al rey de las maletas que crea, mejora y vende en grandes cantidades sus productos. A los “nuevos representantes del huayno” Max Castro, Alborada, William Luna, o Damaris en contra posición de Shakira, Thalía, Paulina Rubio.
Si antes, el cholo exigía ser reconocido, hoy reclama con su trabajo, esfuerzo, y dedicación asumir la rienda de su propio destino. Lo anterior resulta sintomático en la vida política, escucho un eco desde las regiones, el poder cholo, el cholo insolente, que le dice al premier del Castillo, estoy en Lima, conversemos. Iniciemos el diálogo.
Los cholos insolentes, son médicos, ingenieros, abogados, sociólogos, antropólogos, oficiales de las fuerzas armadas, y otros; educados en las mejores universidades tanto en Lima como en el exterior, esperando el momento de retornar a sus regiones.
La Lima de hoy, ofrece poco, la mayor oferta son calles destrozadas, contaminación, caos vehicular, escasez de agua, delincuencia, falta de trabajo y la lista continúa. Mientras en las regiones, el boom minero, los pozos petroleros, la ecología, espacios naturales representan un nuevo escenario al cual no retornarán sólo ha administrar sino a crear y refundar regiones fuertes.
Aquellos que afirman que el Norte es de los apristas y el sur de los socialistas; debemos responderle que existen Piuranos, Trujillanos, Apurimeños y Ayacuchanos. Existe poder regional, no partidario. Hoy son las regiones y su visión del País, las que predominan, por ello es necesario ahora que Lima, la metrópoli del Perú pueda trabajar en conujnto y en buena relación con las provincias de tal manera que: LIMA SE ABRA A LAS PRONVINCIAS Y QUE LAS PROVINCIAS SE ABRAN LIMA, PRESERVANDO CLARO ESTÁ TANTO NUESTRA CAPITAL COMO LAS PROVINCIAS CADA UNA SU PROPIA IDENTIDAD CULTURAL, MUSICAL, CULINARIA, ETC REGIONAL.
jueves, 11 de setiembre de 2008
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1 comentario:
El país solo podra ser una nación moderna en cuanto su clase política y sus habitantes en general reconozcan sinceramente que el peruano del último centro poblado de la sierra o la selva tienen opniones valiosas y necesidades tan urgentes como un ciudadano de San Isidro; y que entiendan todos que tener como idioma materno el quechua o aymara no tiene por que ser sinónimo de tener menos neuronas.
saludos
Pablo Cochachin C
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