La Sexta Sala Anticorrupción, presidida por el juez Iván Sequeiros, le levantó el mandato de impedimento de salida del país, al Señor Alejandro Celestino Toledo Manrique. Dicho impedimento fue impuesto en enero del presente año por la, además de bella, proba y honorable magistrada Carolina Lizárraga. Como es conocido, el impedimiento nace en el contexto del proceso judicial seguido contra el susodicho por los delitos contra la fe pública así como por el delito de asociación ilícita para delinquir, realizados a través de las firmas falsas de Perú Posible (PP), una pequeña y hoy casi extinta agrupación política que le permitió acceder a la Presidencia de la República, en el año 2001.
Pero hoy a las 2;50pm, el ex-presidente Celestino Toledo ha regresado...una vez más. Ha regresado el Inca Urco de la política nacional, tal como lo denominó, en una entrevista dada al diario El Comercio, la prestigiosa historiadora María Rostowroski de Diez Canseco.
Dice la historia que el Inca Urco fue el hijo mayor del Inca Wiracocha, con quien huyó del Cusco, ante la asonada y la invasión del pueblo guerrero chanca. Como Charly Ferrero, pasamos a traducir: este personaje fue uno de las mediocres y de los más cobardes que la historia de nuestropasado prehispánico haya podido contemplar. Ello dado su poco espíritu de lucha y de combate ante la adversidad de los problemas. Por tal motivo, quien asumió el control de las huestes guerreras incaicas fue el segundo hijo del Inca Wiracocha, el glorioso Inca Pachacútec, cuyo nombre significa "El que transforma el Mundo". Este último sí que transformó la historia de nuestro pasado incaico, ya que no sólo logró vencer y derrotar toalmente a las huestes guerreras chancas, sino que logró con su gobierno crear UN ANTES Y UN DESPUÉS, en la historia de nuestro pasado incaico.
Traigo a colación este dato histórico tras recordar que en la campaña del 2001, el Sr. Toledo osaba compararse con la figura del Inca Pachacútec, a quien definitivamente no le llega pero ni a la punta de las ojotas, y mas aun todavía tuvo el desparpajo de hacer su campaña presidencial vestido como un inca, ceñido con la mascaypacha, cuando lo único que hizo en realidad en dicha campaña fue utilizar el racismo existente en nuestro país, pero a la inversa. Es decir, ya no de los "blanquitos y pituquitos de Miraflores" hacia los "cholos"; sino que de los "cholos" hacia los "pituquitos", tal cual lo expresó nítidamente y claramente la Sra. Eliane Karp en un discurso ante la población que, en ese momento, entusiasmada y engañada le creía. Esa atención del público fue porque los oyentes acogieron en su inconsciente, y por ende, en el inconsciente popular, que el "Cholo" iba a realizar los grandes cambios y transformaciones que el Perú, en pleno siglo XXI, necesitaba en ese momento.
Ello, como es obvio, no sólo nunca sucedió sino que por el contrario sólo se dedicaron a "marketearse" y a utilizar políticamente el tema de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), así como a utilizar como "caballito de batalla" el tema del "fujimontesinismo", es decir, a cada crítica o discrepancia que había de sectores que no estábamos felices ni contentos con su mandato, este señor solía aducir y defenderse políticamente aduciendo que quienes lo criticábamos pertenecíamos a los sectores de la corrupción y del "fujimontesinismo", y que habían colaborado con Fujimori o con Montesinosm en la década pasada.
¡Falso Señor Toledo! ¡Mentira! ¡Mentira! Desde esta humilde tribuna; yo le digo que lo que Ud. decía y argumentaba en ese momento, tildando de fujimontesinista a todo aquel que no estaba de acuerdo con su régimen ni con su estilo de gobierno era una vil estrategia. De hecho, soy un joven que nunca pudo haber trabajado con el régiemen político de los noventa, ya que en en ese entonces, apenas era un niño y luego un adolescente que recién estaba aprendiendo de las cosas políticas y sociales de esta vida. Así que Señor Toledo, como siempre, usted miente al pretender embarrarnos a todos los dicrepamos con usted respecto su bajo, tenebroso, corrupto y fangoso estilo de vida.
Dígame Sr. Toledo, ¿acaso usted no fue un corrupto acaso? ¿Acaso usted no falsificó ni mando a falsificar las firmas de su agrupación política? ¿Acaso su siempre "carismática y amable" mujer no malversó los fondos de la ex-Conapa y/o ex-Indepa?
Por favor Señor Toledo, usted con su doble moral decía que sus fines eran con los más pobres, cuando bien que se regodeaba con mujeres lujuriosas, en su tálamo de amor, o sino cuando no había ello, se dedicaba a tomar y a enviciarse con bebidas alcohólicas, sobre todo con whiskies Johnny Walker etiqueta azul, es decir el más caro de de los caros.
Me acuerdo que en plena campaña del 2001, usted se marketeaba políticamente ayudado astutamente por su esposa, quien se presentó como una linda damisela, culta y muy bien preparada intelectualmente, la Madame Karp, a quien el pueblo la miró con mucha gracia y admiración en un principio, y decía que usted iba a cambiar el estado de olvido y abandono de los pueblos indígenas y amazónicos, llámense asháninkas, machiguengas, cambisas, jíbaros, etc... Pero todo fue una GRAN ESTAFA, ya que lo único que hicieron tanto usted como su esposa fue disfrutar de los placeres y delicias que sólo el poder le puede otorgar al Primer Mandatario.
También me acuerdo que usted dijo que quería ser el "Presidente de la educación en el siglo XXI", y eso fue otra gran mentira. Usted no hizo nada por la educación de nuestro pueblo, ni por el fomento de nuestra cultura. Lo que usted hizo fue aliarse con la pérfida "IZQUIERDA CAVIAR", a cuyos más conspicuos representantes jacobinos usted colocó en puestos estratégicos del Estado para poder utilizar y manipular las diferentes instituciones públicas a su antojo, financiados por el USAID (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo). Ello además de dejar olvidadas y debilitidas a nuestras Fuerzas Armadas en cuanto a su equipamiento y preparación, amén de contribuir encarecidamente en la persecución de altos mandos militares bajo el arguemento de la corrupción, sin muchas veces respetar el principio de la buena fe y del debido proceso.
Por eso y muchas cosas más señor Toledo, es que el pueblo en su conjunto lo repudia y no lo pasa. Tanto es así que por ejemplo cuando uno va al mercado y hace una pequeña encuesta a las fruteras, al señor que vende la carne, al emolientero y al panadero, es decir, a ese Perú real y concreto que usted no ve, no quieren volver a verlo nunca más en el poder, porque usted se burló con sus acciones de manera continua y sistemática con sus constantes frivolidades en el poder, al lado de su esposa y de toda la maraña de impresentables políticos que conformaban a su hoy casi inexistente partido.
Hasta la vista señor Toledo, estaremos en constante atención y vigilancia a sus próximos pasos.
Sólo Dios puede salvarlo señor Toledo, así que conviértase, para que así Dios pueda perdonarle todos sus pecados.
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1 comentario:
Sí, es un presidente cuestionable el "Inca Urco" pero le das mucha importancia...La política peruana es lo suficientemente aburrida y patética como para hablar de semejante bufón...
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