Los esfuerzos para liberar a decenas de secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC) quedaron estancados el fin de semana, luego de que se postergaron los planes de Venezuela de mantener diálogos en Caracas para lograr un intercambio de prisioneros.
Sin embargo, medios de prensa colombianos informaron el domingo por la noche que el Presidente Hugo Chávez se reuniría con algún enviado de la mayor guerrilla izquierdista en Colombia el 8 de octubre, cuando se cumplen 40 años de la muerte del legendario líder de la revolución cubana Ernesto "Che" Guevara.
El diario El Tiempo publicó en su versión en internet, sin identificar fuentes, que el vocero de las FARC, Raúl Reyes, sería el enviado especial de ese grupo para su encuentro con el Presidente venezolano, probablemente en el Palacio de Miraflores, sede de la Presidencia de Venezuela.
No fue posible inmediatamente obtener una reacción del gobierno venezolano, aunque Chávez reiteró ayer durante su programa semanal de radio y televisión que esperará a tener la autorización de su par colombiano, Alvaro Uribe, para llevar a cabo una reunión.
El mandatario también enfatizó que "necesita" reunirse con Manuel Marulanda, líder de las FARC, para avanzar en la búsqueda de un acuerdo humanitario y pidió "paciencia" y "comprensión" en el acercamiento.
"Es una necesidad para mí hablar con Marulanda. Si no se nos va a enredar esto como se le ha enredado a todo el mundo (...) Quiero hablar contigo como hablé con el Presidente Uribe, y estoy dispuesto a hablar en Colombia con quien sea", dijo.
Chávez, de tendencia izquierdista, pidió a Colombia facilitar los diálogos para intercambiar secuestrados por rebeldes presos en las cárceles del Gobierno, luego de que el comandante rebelde, Manuel Marulanda, alias "Tirofijo", declinó atender un encuentro en Caracas.
El mandatario venezolano solicitó entonces a su homólogo colombiano, el líder de derecha Alvaro Uribe, desmilitarizar el sureño municipio de San Vicente del Caguán para que sea sede de los diálogos, una idea que rápidamente rechazó Bogotá.
Lo anterior deja en el limbo la liberación, entre otros, de la franco colombiana Ingrid Betancourt secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el 2002 y la de tres contratistas de Estados Unidos.
"Si es verdad que Marulanda no irá a Caracas, es una muy mala noticia para los secuestrados, pues todos saben que Uribe no va a desmilitarizar el Caguán", dijo Gustavo Duncan, un analista de seguridad en Bogotá.
San Vicente del Caguán fue el centro de una zona del tamaño de Suiza que el entonces presidente colombiano, Andrés Pastrana, desmilitarizó a los rebeldes de las FARC, para entablar diálogos de paz en 1999.
Los diálogos fracasaron en el 2002, luego de que Pastrana descubrió que la zona fue usada por los guerrilleros para lanzar ataques a poblaciones vecinas, mantener secuestrados, entrenar combatientes, y traficar con narcóticos y armas.
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