Esta es una noticia que nos llega desde "CUARTO PODER", vía CANAL 4, de AMÉRICA TELEVISIÓN:
Esto sí que es Increíble!!!: La estudiante de psicología Liz Ayvar (21) fue expulsada de la Universidad San Martín de Porres por el solo hecho de que olvidó apagar su teléfono celular y éste timbró durante una clase.
"En la clase de Estadística, eran las 9 de la noche y sonó mi celular de manera involuntaria. No lo llego a contestar, de inmediato lo apago y se lo entregó al profesor, pues hay una norma interna que señala que no se puede tener el celular prendido en clases", expresó en un reportaje de 'Cuarto Poder'.
Pasada una semana, le llegó una citación del Comité de Disciplina de la universidad. Este tribunal, compuesto por tres profesores, le hizo varias preguntas sobre lo sucedido en dicha clase. Allí, entre otras cosas, Liz recordó que hace seis meses, en otro ciclo, usó su celular como calculadora y se le llamó la atención en su momento. Ese detalle, al parecer, terminó por sepultar la suerte de la estudiante.
Al mes siguiente, Liz se dio con la sorpresa de que los vigilantes de la universidad no la dejaban entrar, y recién en ese momento se enteró de que había sido expulsada y la habían suspendido en ese ciclo por una resolución del Decanato, fechada el 16 de octubre.
Por su parte, el decano de la Facultad de Psicología, el reverendo Johan Leuridan, sostuvo que la expulsión de la estudiante no le parecía drástica y reafirmó en que no era aceptable usar el teléfono celular durante las clases.
"No (me parece drástica la expulsión), porque es totalmente inaceptable que una personas a pesar de que saben que está prohibido usar, el celular lo sigan usando", manifestó.
Al no encontrar respuesta a sus reclamos y estar a punto de perder el ciclo por no poder entrar a la universidad, Ayvar presentó una acción de amparo ante el Poder Judicial y se inició un proceso penal contra el decano, el Consejo de Facultad y los que resulten responsables por esta sanción que consideran desproporcionada ante la falta.
Luego de esto, Liz tuvo una primera victoria legal, pues una medida cautelar que presentaron fue aceptada y se ordenó la suspensión de la resolución del Decanato que la expulsaba y se resolvió que la estudiante recupere las clases perdidas y se le tomen los exámenes finales. No obstante, el decano ha dicho que apelará esta resolución.
Esta noticia sí que indigna por la total desproporción de la falta frente a la medida acorrectiva, y pensar que acá muchos compañeros universitarios de la Facultad de Derecho de la PPUCP, podrían haber sido expulsados bajo los criterios de la San Martín, por el solo hecho de haber tenido prendido y haber sonado varias veces el ringtone de sus respectivos celulares, y no por auténticas faltas de indisciplina o algún tipo de acto delcitivo bochornoso que esta chica hubiera cometido al interior de su respectiva universidad,al parecer sólo esto podía ocurrir en la Harvardtín.
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