viernes, 30 de noviembre de 2007

CIUDAD DEL VATICANO: 40 AÑOS DE LA PUBLICACIÓN DE LA ENCÍCLICA "POPULORUM PROGRESSIO" DEL PAPA PABLO VI

A las cuatro décadas de su publicación, la encíclica de Pablo VI sobre la necesidad de promover el desarrollo de los pueblos («Populorum progressio») se revela profética en sus respuestas al desafío actual de la globalización, constata el presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz.

Esta semana el organismo vaticano celebrará este 40º aniversario remitiéndose al histórico documento pontificio durante su asamblea general --martes y miércoles-- y dedicándole el II Congreso mundial de los organismos eclesiales que trabajan por la justicia y la paz –cita que acoge Roma del jueves al sábado--.

Es indudable, para el cardenal Renato Martino, que la definición de la encíclica sobre «el desarrollo» --«nuevo nombre de la paz»-- es un indicador de su actualidad.

Y es que «Pablo VI sabía que si no se sanean los cenagales del subdesarrollo económico, social y político, la indignación de los pobres crece hasta provocar conflictos y terrorismo internacional», explica el purpurado en una entrevista publicada en «L'Osservatore Romano» --edición diaria en italiano, 18 de noviembre de 2007--..

Es sorprendente, en su opinión, la actualidad del documento pontificio, «su capacidad verdaderamente profética de hablar también a la humanidad de nuestro siglo XXI».

«Destino universal de los bienes de la creación», «economía al servicio del hombre», denuncia de «las especulaciones y exportaciones de recursos en provecho de quien las utiliza para su propio capricho», denuncia del «ulterior crecimiento de la riqueza de los ricos y del poder de los fuertes que hacen más gravosa la servidumbre de los oprimidos»: son temas de los que habla «Populorum progressio» y que «hoy experimentamos en la globalización», observa el purpurado.

Proponer constantemente esta encíclica «con premura y constancia diarias» es lo que hace la Santa Sede y la Iglesia, subraya el cardenal Martino, recordando el contexto de la publicación del documento.

Se escribió «en los años en los que se daba el redespertar de los hombres y de los pueblos hasta entonces esclavizados en las colonias --apunta--. Occidente, que ya no podía seguir adueñándose del destino» de aquéllos, «se ofrecía a asociarse (si bien ciertamente no de manera desinteresada) al desarrollo de las nuevas naciones», y «precisamente la manera de tal intromisión empujó a Pablo VI a intervenir para afirmar que la Iglesia no podía permanecer ajena "a las alegrías y a las esperanzas, a las tristezas y a los dolores del hombre"», un llamamiento conciliar.

Y en una época «en la que casi toda valoración política se basaba en la contraposición este-oeste», el entonces pontífice había entendido que el eje más crítico era el norte-sur. «La historia se encargó de darle la razón –recalca el cardenal Martino--: se superaron las tensiones este-oeste, pero entre norte y sur se han cebado mecanismos crueles, como la deuda exterior, las guerras de encargo combatidas en el sur del mundo, la producción y el comercio de armas».

Cardenales, prelados y expertos, miembros del Pontificio Consejo Justicia y Paz, con oficiales y consultores del dicasterio, afrontarán desde el martes, a partir del magisterio del Papa Montini, temas como la dimensión moral del desarrollo, las nuevas pobrezas, los conflictos y el desarme, la protección de los derechos humanos y la salvaguarda del medio ambiente.

No hay comentarios.: